Me lloran los ojos. Y no es por una chica o por el humo de los pastizales quemados. El tener que leer libros en la computadora hace que los ojos se cansen muy rápido.
El tener que pasar la información a un documento de word también molesta.
Si lo problemas cotidianos fueran sólo, cómo y cuándo escribir la vida sería más sencilla. Pero no es así, siempre hay algo o alguien que te viene a pegar cuando estás caído.
En especial cuando te vienen a pedir ayuda. Uno no hace milagros y no todos piensan así, creen que uno puede solucionar todo y no te escuchan. Pero eso pasa porque esas personas dicen que quieren ayuda pero cuando le ofreces una mano dicen: "No, es que estoy mal. Quiero pensar en otra cosa"
Pero no me vengas a pedir ayuda si cuando te la ofrezco, no la querés. Las cosas se hacen paso a paso, no repitiendo una y otra vez "No sirvo. No sé. No quiero. No voy a poder."
Sé que me fui por las ramas pero hay cosas que te sacan de las casillas y uno se pone a pensar que, no importa si el emisor envía mensajes cuando el receptor no quiere recibirlos o hacerse el desentendido.
Y bueno, lo teníamos que traer al campo de la comunicación, ¿no?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario